Aires de decepción, propósito divino en acción.
Se ha acabado el encanto. Mucho tiempo sin corresponder a este corazón ha conseguido ahogar a este varón. Estoy decepcionado. Falta de interés, falta de prioridad y atención han hecho secar mi afecto por ti. Así como el aire y el calor evaporan el agua del rostro. Ahora sé que para el fuego a este lo puedes avivar, o lo puedes asfixiar. Para la tierra la puedes resquebrajar y con el polvo moverlo de un lugar a otro lugar. Tu influencia me empuja en nuevas direcciones y el fuego me convierte en vapor como nube que hace llover sobre la tierra y apaga incendios. La justa cantidad de agua en la tierra hace florecer. Hoy eres como ese tornado que ha sacudido todo a su paso. Dando origen a que puedan eliminarse las bacterias y poniendo fin a la marea roja, ayudando a que concluya la sequía donde no había agua, ayudando a florecer la vida silvestre, se reconstruyen las islas barrera, proporcionaste balance a la temperatura de la vida.