13 años
Trece años después, quien diría que continuaría con estos escritos. Muchos llenos de sentimientos y emoción. Otros de alegría y de pasión. Un poco más de sabiduría quizás. Un poco más de carácter y madurez a lo mejor. Hay tantas cosas buenas que me han sucedido en tan corto tiempo, que éstas han sido condensadas en algunos de los textos de este año.
La más fuerte es la aplicación de la teoría, y vivencia de la práctica, experimentada en carne propia. Ha sido un legado que ha trascendido a mi persona y a mis generaciones. Se lo transmitiré a la segunda, tercera, cuarta y quinta generación, quedará en ellos si continúan aprovechando el tesoro y adquieren sabiduría sobre este gran tesoro que me ha sido dado. Invaluable a la verdad, con un valor incalculable y eterno.